#RenacerAPedales | Etapas 5, 6 y 7
Tras una etapa en la que salí de Barcelona para llegar a Santa Coloma de Queralt en la que los últimos kilómetros se me hicieron eternos, en la que el carrito pesaba, en la que el tiempo no acompañaba y en la que necesité la ayuda de la gente que venía a acompañarme unos kilómetros, tuve que hacer frente a unas etapas en las que me alejaba de mi zona. Hasta ahora estaba «en casa», a partir de ahora eso cambiaba y me adentraba en terreno desconocido.
Etapa 5 de #RenacerAPedales
Derrotada. triste, cansada, hinchada, con pocas fuerzas y con dolor de cabeza. Comencé la etapa 5 con muy pocos ánimos, y sin ganas de pedalear. Era una etapa que parecía fácil, pero que transcurría en gran parte por carreteras nacionales, por lo pasé mal por culpa de los camiones, que al adelantarte te «succionan» y desequilibran, y me hicieron llegar a temer por mi vida. Fue gracias a esas personas que rodaban a mi lado, que me animaban desde las aceras o desde el coche, y gracias a quienes me esperaban al final del track que conseguí cambiar mi ánimo y acabar el recorrido de los 76,1 kilómetros hasta Lleida. en mejores condiciones que al comenzar.
Etapa 6 de #RenacerAPedales
El día de Reyes me trajo una conjuntivitis -estoy segura que debido al polvo que levantaban los camiones- que me obligó a comenzar a pedalear con casi dos horas de retraso. Y aun así me encontré gente esperándome. Esta fue la etapa en la que vi que el reto iba en serio. Veía que me alejaba de casa, de mi zona, de mi gente, que me adentraba en un territorio que no conocía, y que quedaba más de la mitad del camino a Finisterre y que estaba ya reventada a pesar de en teoría lo que había hecho era «lo fácil». Con el viento en contra, una de mis grandes preocupaciones fue llegar hasta Sariñena antes de que se pusiera el Sol, antes de quedarme sin luz, algo que logré por los pelos, después de que los últimos 10 kilómetros se convirtieran en los más largos de mi vida.
Etapa 7 de #RenacerAPedales
Tras la durísima etapa del día anterior, me esperaba una de las más largas de #RenacerAPedales: 102 kilómetros hasta Egea de Caballeros. Era una etapa muy complicada por su longitud a lo que había que sumar las malas condiciones en las que llegaba. Pensaba que no la acabaría, pero al final fue una de las etapas en las que mejor me lo pasé. En gran medida fue porque conté con la asistencia de Sergio Campo y F. Javier Sainz, dos de los miembros del equipo #AccionTitan, que me acompañaron y me hicieron más llevadero el camino. Javier incluso me llevó el carrito los últimos 30 kilómetros, justo cuando el viento que tanto me amargó el día anterior volvía a levantarse.
